Alcala de Guadaira
Recostada sobre un castillo de once torres emerge del valle medio del Guadalquivir Alcalá de guadaira, un pintoresco pueblo que antaño se le conoció como Alcalá de los Panaderos por los enormes molinos que se salpican por su territorio y que hoy están restaurados salvaguardando su pasado árabe.
En un placentero paseo por el pueblo y por sus alrededores, el viajero hallará el Castillo de Marchenilla; la Casa del Pósito, un edificio de dos plantas levantado en el s. XVIII y cuya portada es de ladrillo, flaqueada por pilastras; el palacio y la necrópolis de Gandul, un ejemplo de poblado y tumbas megalíticas características del Calcolítico y las iglesias de Santiago, San Sebastián y San Agustín. Si acude en Semana Santa, desde lo alto del puente romano se observa magníficamente el Prendimiento de Nuestro Padre Jesús, una festividad declarada de interés turístico nacional.