
Flamenco Sevilla

Las fusión de las culturas musicales de los gitanos, judíos y musulmanes, perseguidos por los Reyes Católicos tras la conquista de Granada, puede establecerse como el origen del flamenco. La dolorosa expresividad que le impregnaron los gitanos al romancero popular, dio vida a un estilo que absorbió las culturas de la época, reinterpretándolas en una propia y particular entonación.
Pero no sería hasta la mitad del siglo XIX, cuando el flamenco comenzaría a interpretarse en los cafés cantantes de la época. En 1885 se abrió el primero de estos en Sevilla.
La métrica en sus compases y sus ritmos y las infinitas combinaciones, que han hecho surgir infinidad de "palos" distintos, constituye un fenómeno complejo, con múltiples variantes y en la actualidad, difícil de suscribir a un grupo social o étnico determinado.
Muchos son los ciclos, tertulias flamencas, reuniones y academias de cante y baile flamenco que existen en la ciudad y en los pueblos aledaños a la misma. De entre todos ellos, cabe destacar la Bienal de Arte Flamenco, que se celebra en la ciudad los años pares y a la que acuden las mejores figuras del cante, del baile y del toque, así como nuevas corrientes que presentan espectáculos propios en lugares tan emblemáticos como el teatro de la Maestranza.
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