Gastronomia Sevilla

La cocina sevillana es tradicional y heredada de culturas que han pasado por la ciudad a través de la historia de la misma. Las raíces árabes son especialmente vigorosas, lo que ha hecho que algunos platos como el gazpacho, de origen semita, se encuentren por todas las provincias andaluzas e, incluso, se hayan extendido por el resto de España.

La gastronomía sevillana se caracteriza por su su variedad y su calidad. Influenciada fundamentalmente por la gastronomía andaluza y llegando a convertirse en numerosas ocasiones en una perfecta simbiosis, la gran mayoría de los platos netamente andaluces encajan en la mesa sevillana. Es una cocina ligera y rica en productos frescos propios de la tierra, teniendo como principal protagonista al aceite de oliva.

El sevillano sabe más que comer, condimentar sus platos de manera que esto sean sabrosos en su contenido. La ciudad cuenta con un elevado numero de bares, restaurantes y empresas de catering que cuidan al extremo la preparación y la presentación de los diferentes platos. Desde la Asociación de Hostelería bajo el lema "Garantía de Calidad", se está llevando a cabo una labor de promoción que está permitiendo la implicación de las restauración sevillana en un continuo proceso de adaptación a las nuevas demandas, incorporando las nuevas culturas, deseos y necesidades de sus clientes, ofreciendo en cada momento las mejores elaboraciones culinarias y asegurando la calidad en los productos y alimentos utilizados, así como una perfecta atención y trato humano, todo ello a precios muy competitivos El gazpacho constituye uno de los mejores exponentes de nuestra cocina y fue evolucionando en su composición a medida que se fueron trayendo nuevos ingredientes procedente de América y difundidos en el s. XVII. De ahí que, hoy en día, dada la diversidad de gustos y de productos, el gazpacho tenga variaciones específicas en cada región. Éste es el caso del salmorejo, típico de Córdoba.

Los platos principales de la gastronomía sevillana a destacar, además del ya mencionado gazpacho, son la cola de toro, el lomo de cerdo con manteca, el menudo (una variedad de los callos a la andaluza), la ternera mechada (con aceitunas y vino blanco), la conocida "pringá" (mezcla de ternera, tocino, chorizo, morcilla y jamón), el bacalao con tomate y las espinacas con garbanzos, elaboradas mediante una receta heredada también de los árabes.

Pero más que la propia gastronomía, en Sevilla es conocida la forma de tapear. Una costumbre extendida por la ciudad, que consiste en salir con los amigos a la hora de la cerveza o el tinto del mediodía, o bien a la hora de la cena. Una práctica que realizan todos aquellos que nos visitan. Aunque en toda España existen las tapas (comidas en miniaturas que se toman en los bares), en Sevilla es un rasgo muy peculiar que llama la atención, sobre todo por su carácter ritual y cultural.